Así lo afirma Robert E. Garry, profesor de la universidad de Tulane, en Nueva Orleans, Estados Unidos. Tras realizar estudios referentes al código genético de la nueva cepa del virus, han determinado que es imposible que sea una creación sintética. Según el equipo de investigación, liderado por Kristian Andersen, está claro que se trata de un virus de murciélagos que ha evolucionado y comenzado a infectar humanos. Los estudios afirman que la diferencia entre este nuevo brote y el que afecta a los mamíferos voladores es de un 4%, una distancia imposible de emular en un laboratorio humano. Además, determinan que es imposible crear un virus con tal capacidad de infección. Por tanto, el estudio determina que se trata de una combinación de dos virus que saltó de animales a humanos. Este estudio estaba destinado a desmentir las teorías conspiranoicas que circulan por las redes desde la aparición del COVID-19, que señalan que se trata de una creación humana a modo de arma biológica. Gener...
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